Antes de ser de la familia de NPH, mi vida estaba enfocada en sobrevivir y mantener mis sueños vivos, no había espacio para celebraciones de ningún tipo. La navidad era una rutina anual en la cual solo comía y bebía aprovechando que había gente que compartía con los que no teníamos. Todo era soledad, tristeza y melancolía de no tener una familia a la cual llamarla mía.
Pero vine a NPH y mi vida cambio especialmente las navidades, las cuales son mas alegres y espirituales. Creciendo con el Padre Wasson, un día nos dijo que nuestras navidades se escuchan, se huelen, se miran, se comen, pero por sobre se sienten.
Él nos decía que en la navidad se entonaban cantos llenos de alegría y amor y que estos cantos sanan el alma de los abandonados, de los que sufren y que curaban el odio. Nosotros como familia cantamos para olvidar nuestras tristezas y recordar que un niño esta por nacer y nuestra esperanza no ha sido en vano. Compartimos estos cantos con los ancianos, las niñas, los niños y los trabajadores.
Por lógica se huelen decía, porque es una temporada en donde todos preparamos los mejores alimentos para compartir con la familia, con nuestros vecinos y nuestros niños y niñas la han aprendido, pues ellos comparten lo poco que tienen con sus hermanos y hermanas y también con el que necesita en la comunidad, con sus alimentos.
En esta temporada toda casa se ve mas fortalecida como familia. Todos buscamos la manera de decorarla y que se vea como nunca antes: arboles de navidad, luces, piñatas, bastones navideños, coronas de adviento y todas recordando el nacimiento del Jesús.
Los niños, las niñas y el personal preparan el pesebre donde nacerá el niño a la media noche, todos se ven con alegría y esperanza por el niño que esta por nacer. Oh, sin contar que a todos nos vuelve locos el ver los fuegos artificiales.
En Nicaragua, no pueden hacer falta los nacatamales, pollos rellenos, pierna de cerdo, rompopo, y entre otras. Nuestros jóvenes universitarios vienen un día antes para prepararla y todos hacen lo mejor para tener comida para compartir como familia y esperar su venida.
Pero el padre decía que lo mas importante era el nacer del niño Dios en cada uno de nuestros corazones y dejarlo obrar para que seamos niños y niñas de bien.
Están son ahora mis navidades, posadas, comida, cantos, compartir, servir, misa de media noche, por sobre todo el niño a nacido. Que mas le puedo pedir a niño Dios si me a dado lo que mas deseaba, una extensa familia NPH.
Feliz navidad y prospero año nuevo y muchas gracias por darnos esta segunda familia a aquellos que pensamos que no la merecíamos.