NPH México: La Producción de Alimentos se Recupera de los Daños de la Tormenta

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En 2020, una tormenta redujo las cosechas de jitomate y pepino en Casa San Salvador, provocando una escasez de alimentos durante la pandemia de Covid. Sin embargo, NPH México tomó medidas para recuperarlas.

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4 Jun 2021

Los niños necesitan alimentos nutritivos para desarrollarse sanamente. La casa de NPH México ha encontrado una manera efectiva en su costo beneficio para proveer una dieta sana a sus niños y adolescentes al cultivar verduras en sus invernaderos. Desafortunadamente, el daño provocado por las tormentas a los invernaderos creó una serie de retos en 2020.

Casa San Salvador es la casa principal de la familia NPH México desde 1970. Este sitio ha crecido para incluir escuelas, una clínica, una capilla y varias instalaciones de apoyo, además de una granja con gallinas, ovejas, puercos, así como un campo con frutas y verduras. Alrededor de 430 niños y niñas viven, juegan y estudian en Casa San Salvador, localizada en el poblado de Miacatlán, a 124 kilómetros al sur de la CDMX.

Miacatlán se localiza en Morelos, uno de los estados más pobres de la República. Según el CONEVAL, alrededor del 50.4% de los residentes de Morelos viven en pobreza y 7.4% en pobreza extrema. Irónicamente, Morelos es ampliamente conocido por su agricultura. Casa San Salvador está en tierras fértiles con una rica historia, ya que antes fue una hacienda azucarera.

CULTIVOS DE TOMATES Y PEPINOS

Jitomates y pepinos, las principales cosechas de los invernaderos de Casa San Salvador, son ricos en vitaminas y minerales y proveen muchos beneficios para la salud. Los jitomates son originarios de Mesoamérica, así que son un ingrediente primordial de la rica cultura culinaria mexicana. Los pepinos se sirven en ensaladas y otros alimentos nutritivos. En el campo también se cultivan otras verduras como col, acelga y calabacitas, que enriquecen aún más las comidas que se sirven en Casa San Salvador.

Estas dos verduras son fuentes clave de vitaminas y minerales para los niños de NPH México, ya que 40% de ellos están desnutridos cuando llegan a las casas de NPH. Como médico en jefe, el Dr. Michell Pérez explica, «al entrar a NPH, como parte de nuestro protocolo médico, todos los niños reciben una evaluación médica y nutricional llamada «Niño Sano», con la cual determinamos que la mayoría de los niños presentan desnutrición y su peso y talla están debajo del rango para su edad. La desnutrición se refleja en el hecho de que los niños no se desenvuelven como se espera para su edad».

Por lo tanto, proveer jitomates y pepinos de la producción de la casa juega un importante papel para mejorar la dieta y salud de nuestros niños y jóvenes.

LAS VERDURAS CRECEN, PERO TAMBIÉN CRECEN LOS PROBLEMAS

2020 fue un año de reto para NPH México, no sólo por la pandemia, sino también debido al daño que dejó una severa tormenta que disminuyó la producción de alimentos para los niños y jóvenes de Casa San Salvador.

En abril, una tormenta eléctrica y el granizo azotaron Miacatlán, tirando árboles en los jardines de la casa de NPH y dañando dos de sus tres invernaderos, por lo tanto reduciendo la producción del campo. La estructura y lonas de los invernaderos se dañaron, así como la red perimetral, y esto habilitó la entrada de plagas.

La mosca blanca que infestó las plantas de jitomate introdujeron el virus tabaco mosaico. Este virus disminuyó la cosecha de jitomate porque acorta el ciclo de vida de las plantas y limita el crecimiento óptimo del producto.

El daño a los invernaderos también impactó las cosechas de pepino, el segundo cultivo más importante. Causó que entrara agua en exceso a los invernaderos y que se propagara el hongo Midiu, que desafortunadamente redujo considerablemente la cosecha 2020 de pepino.

APOYO Y OPORTUNIDADES PARA LA COSECHA

Gracias al apoyo de donantes, NPH México pudo obtener los materiales necesarios para reparar los daños e iniciar la restauración de la producción. Se repararon las estructuras de los invernaderos y se instalaron nuevas redes, mientras que los fungicidas y agroquímicos eliminaban los hongos y controlaban las plagas.

La producción total de jitomates en 2020 fue de 16,591 kilos, con un valor de $348,412 pesos. Aunque aumentó de nuevo la producción, la cosecha de jitomate no fue suficiente para cubrir las necesidades de las cocinas de Miacatlán y Cuernavaca, y se requirió comprar jitomate para cubrir el déficit. Fue una pérdida costosa para NPH, considerando el aumento en los precios de los alimentos a principios de 2020.

En cuanto a los pepinos, la producción anual en 2020 fue de 6,320 kilos; más de 7,000 kilos por debajo de la meta de 13,500 kilos. El daño que dejó la tormenta, más los hongos y plagas llevaron a un déficit del 46% en la cosecha de pepino de 2020; una pérdida de $164,410 pesos.

Los invernaderos son una inversión sustentable y viable para NPH. El costo anual de producción de alimentos (con dos ciclos de cultivo) es de $317,240 pesos, además de un costo de mantenimiento de $87,900, que en total suman $405,140 pesos anuales. Si NPH México tuviera que comprar los jitomates y pepinos para sus casas, costaría alrededor de $620,000. En vez de eso, NPH México ahorra más de $200,000 al cultivar sus propias verduras, un ahorro aproximado del 35% que permite que el dinero se emplee para otros gastos.

NPH México seguirá necesitando apoyo para mantener sus invernaderos y comprar los suministros requeridos para aumentar la producción de vegetales, con el objeto de que en 2021 las cosechas puedan regresar a los niveles anteriores o inclusive sobrepasarlos.

Ayúdanos a ofrecer una dieta sana a los niños usando las verduras que cosechamos dentro de nuestros programas de agricultura. Haz un donativo.