Una Madre Lucha por Justicia para Sus Hijos

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“Desde que mi hijo va a la guardería de NPH está más feliz, porque era un niño muy triste y cansado, recordando a menudo a su padre. ¡Gracias a Dios, ya que está ahí, está feliz!”

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28 Oct 2021

Violeta Guerrera* de 35 años de edad, nació y en el pueblo semis-urbano del departamento de Chimaltenango, Chimaltenango. Creció juntos a sus diez hermanos y hermanas como segunda hija más pequeña. La familia vivía en extrema pobreza que no dejo mucho espacio para una niñez adecuada y feliz para Violeta. Cuando tenía ocho años de edad, falleció la mama de un problema con su la vesícula biliar. Luego el papa la sacó de la escuela, entonces Violeta terminó la educación en el grado de tercero primaria.

Las mujeres guatemantecas en particular muestran altos niveles de exclusión social. El acceso a los servicios y recursos financieros formales, los servicios de salud y educación aún son limitados. En el área metropolitana, el promedio educativo es de 8 años, en contraste con el área rural que cuenta únicamente con un promedio de 4 años de escolaridad. Con tan solo diez años, Violeta tenía que empezar de trabajar en una empresa agricultura para ayudar la familia tener comida y para sobrevivir. Violeta se recuerda: “¡Mi mama siempre buscaba como conseguir dinero para comer, pero mi papa no, nunca trabajaba, y solo nos mandó a la calle para ganar el pan diario!”

Viviendo una niñez tan triste, Violeta soñaba de una vida mejor y se casó con Pedro* cuando tenía 18 años para vivir con él y salir de la casa de su papa. La joven pareja tenía su primer bebe y la familia creció rápido con otros dos hijos más en pocos años. Pero los problemas no se detuvieron con el esposo y en lugar de una vida mejor para Violeta, las cosas se empeoraron en el matrimonio con un hombre machista que tampoco trabajaba para sostener la familia. 

Los valores chovinistas están muy extendidos entre los hombres guatemaltecos. La ENSMI (Encuesta Nacional de Salud Materno Infantil) preguntó a hombres sobre si su esposa o compañera necesita pedir permiso para realizar ciertas actividades. En total, el 81.6% de los hombres indicó que requiere que una mujer le pida permiso para salir de su casa y 67.0% para administrar el dinero de la casa, y un 77.8% para realizar otras actividades tales como trabajar o estudiar fuera de la casa.

Con cada nuevo hijo, el esposo de Violeta, Pedro, se ponía más problemático hacia su propia familia. Empezó a tomar, a gritar y estar muy molesto con Violeta y sus hijos. Sin embargo, Violeta no sintió que pudiera dejar a los niños solos con él, debido a sus episodios violentos. Una noche en particular en un hospital de Chimaltenango, Violeta sintió que no podía continuar. Una vez allí, médicos y enfermeras ayudaron a Violeta a llenar una denuncia por abuso contra su esposo.

El Ministerio Público se involucró y el INACIF (Instituto Nacional de Ciencias Forenses) dio seguimiento a este caso. La familia recibe atención psicológica dos veces por semana.

Violencia de género en Guatemala

Esto fue apenas hace 10 meses, al final del año 2020. La violencia contra las mujeres se ha manifestado como un continuo en la historia de Guatemala y la violencia de género ha sido perpetuada como una herramienta de subordinación y control de la vida y cuerpo de las mujeres, sustentada por una cultura patriarcal y conservadora y un sistema frágil de seguridad y respuestas judiciales que genera impunidad. A partir de la entrada en vigencia de la Ley contra el Femicidio y otras formas de Violencia contra la Mujer en el año 2008, el número de denuncias penales ha incrementado. Ministerio Público informó que el delito de violencia contra la mujer fue el delito más denunciado. Las niñas y niños también son víctimas de la violencia. De acuerdo al Ministerio Público el delito de mayor incidencia contra la niñez y adolescencia es el «maltrato contra personas menores de edad».

Ahora Violeta tiene el derecho único sobre el cuidado de sus hijos. Se mudó a la antigua casa de su padre con sus hijos. Pedro ahora enfrenta procesos legales con el Ministerio Público.

La casa donde viven ahora es de bloc y lamina con dos cuartos y con una cocina de lámina con piso de tierra y una estufa vieja donde solo dos quemadores funcionan. No tienen mayor mobiliario, ni juegos para los niños. Solo tienen dos camas, un par de ponchos y un chiquito ropero y todavía se están adoptando a la nueva situación. Como madre soltera con cuatro hijos es muy difícil para Violeta encontrar un buen trabajo, “Soy madre soltera y para mí la vida es muy difícil, porque no tengo un trabajo fijo y gano solo poquito. Por eso es muy difícil mantener a mi familia.”

El hijo más grande ayuda la situación económica de la familia con unos trabajos informales pero el dinero nunca alcanza para los gastos de agua, luz y alimentación de la familia.

Violeta decidió acercarse a NPH Guatemala después de enterarse de los muchos programas de prevención y el trabajo de apoyo que hacen en la comunidad. Reconociendo la gravedad de la situación de su familia, NPH recomendó que los niños mayores se inscriban en la escuela de NPH en 2021 para poder comenzar el próximo año académico que comienza en febrero de 2022.

Además, Violeta pusimos en contacto con la Oficina de la Mujer que es una oficina técnica de la municipalidad de Parramos. El compromiso de la Oficina de la Mujer es velar por el bienestar de las familias, lograr integrar y seguir fortaleciendo el trabajo en las mujeres siendo partícipes de su propio desarrollo, fomento de su liderazgo comunitario, participación económica, social y política, conocimiento de sus derechos y realizar coordinaciones necesarias con instituciones y centros de apoyo que atiendan casos de violencia intrafamiliar y violencia contra la mujer, con el propósito de detectar y dar seguimiento los casos de violencia que se presenten dentro del municipio.

Desde enero del año 2021, el hijo más chiquito de cuatro años se va al Centro del Cuidado Infantil Diario en NPH Guatemala, que sobre el programa y los beneficios para el niño. En la guardería recibe una atención de estimulación temprana, una nutrición balanceada y un espacio adecuado para crecer y jugar con compañeros y compañeras de su edad.

“Qué me ayudó más tenerlo en el Centro del Cuidado Infantil Diario es que ahí recibe nutrición, inclusivo vitaminas para estimular su hambre y nos envían víveres, todo eso me ayuda mucho.” Ahora Violeta está contenta con su vida y con el apoyo de NPH está segura que su vida lo va cambiar al positivo para ella y sus hijos.

NPH está comprometido con la promoción e implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. A través de nuestros programas de Prevención, apoyamos a Violeta y su familia con el ODS 2 Hambre Cero, el ODS 4 Educación de calidad y el ODS 5 Igualdad de género.

*Nombres falsos para proteger la identidad